En España el número de embarazos en menores de 15 años ha aumentado un 400%. Se ha banalizado todo lo que tiene que ver con la sexualidad hasta el punto de que hay una permisividad total. No se puede educar a los jóvenes dándoles preservativos o píldoras del día después. No se puede echar gasolina al fuego y pensar que no va a arder. Nuestros actos tienen consecuencias, y las consecuencias se han de asumir. A los jóvenes se les debe educar en el amor, la ternura, el respeto, el autocontrol y la sensibilidad. Parece que ser moderno es ser promiscuo, y si no estás a favor, entonces te tachan de retrógrado. Como padres nuestro papel es fundamental, son nuestros, no suyos, nosotros decidimos. Si quieres informarte un poco más, aquí tienes un artículo sobre el tema: “Madres-niñas, un fenómeno que se ha disparado un 400%”.
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