viernes, 10 de abril de 2009

JESÚS CRUCIFICADO

Al entregar a su Hijo por nuestros pecados, Dios manifiesta que su designio sobre nosotros es un designio de amor benevolente que precede a todo mérito por nuestra parte: "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados". "La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros".

Archivo del blog